El Gatopardo

 
El Gatopardo 
 
El Gatopardo Es Para Muchos La Película Más Sublime De Cineasta Luchino Visconti
 
El gatopardo Esta es para muchos la película más sublime de cineasta Luchino Visconti, y de no serlo así, innegablemente es de las mejores de él. Esta basada en la novela del italiano Giuseppe Tomasi di Lampedusa, curiosamente la única novela y salvo una recopilación de datos, el único libro de él. Novela que él jamás llegó a ver publicada, ya que rechazada por varios editores, muere antes de que alguien vea el potencial y se convierta en una obra impactante y de amplia difusión.
 
Tan impresionante ha sido la película que paso a identificarse con la palabra “gatopardismo” como una forma calificativa de quienes formaban el régimen tradicionalista antiguo, y que cínicamente se acomodan a la revolución, pero únicamente para obtener beneficios propios.
 
 
 
Luego de obtener en el año 1959 el Premio Strega, al poco tiempo  Luchino Visconti se propuso adaptarla al cine, y la película fue estrenada para el año 1963.
 
Ganadora de la palma de oro del festival de Cannes, esta película deslumbra, ya sea por el lujoso vestuario, hasta la manera de enfocarla, con una estética impecable, ampulosa teatral, y muy dramática.
 
 
 
Ubicada para 1860 en Italia, se observa el movimiento que busca unificar la Italia de la mano de Garibaldi, “La carbonería”, la “Joven Italia” apoyados por el rey de Cerdeña, contra el feudalismo imperante
 
Al llegar a la isla de Sicilia la invasión, el sistema tradicional empieza a resquebrajarse, y  al no poder resistir el avance, el príncipe Fabricio di Salina, decide unirse a ellos.
 
Detrás de todo este escenario histórico, se desarrolla una historia de amor, entre dos posiciones sociales y políticas completamente diferentes, como la es la del aventurero y garibaldinita sobrino de Fabricio, y la Angélica, una bellísima hija del alcalde de un pequeño pueblo, Donnafugata, donde la familia busca más estabilidad debido a lo incierto de la situación que se vivía en aquellos tiempos.
 
Reconociendo que ellos están al borde de la quiebra y el alcalde a amasado una fortuna, permite la boda.
Con una imponente secuencia de baile, llena de detalles, y al cual le dedica un tiempo que solo él podía darse el lujo de mantener, (unos 45 minutos), finaliza la película.
 
Esta acuña la idea gatopardista y cínica de que es necesario de que las cosas cambien, para que nada cambie.
 
Un simpático Alain Delón y una deslumbrante Claudia Cardinale, aunado a una espectacular fotografía, y una música majestuosa, operística,  es una cita obligada para los cinéfilos y para aquellos que con mente abierta se animen a un film de estas características